El 1 de mayo es el Día del Trabajador y la Trabajadora que se celebra en muchas partes del mundo. Este es un día muy importante para celebrar la lucha histórica de los trabajadores/as por sus derechos. El día, también conocido como Día Internacional del Trabajador, tiene sus raíces en acontecimientos importantes que marcaron la historia del mundo del trabajo. Los orígenes de esta conmemoración se remontan al siglo XIX, concretamente a los hechos ocurridos en Chicago en 1886. En ese momento, miles de trabajadores estadounidenses salieron a las calles para exigir una jornada de ocho horas. Estas protestas culminaron en una huelga general y el histórico motín de Haymarket el 4 de mayo, donde estallaron enfrentamientos entre manifestantes y la policía, que provocaron muchas muertes y heridos.
El legado de la lucha de los trabajadores de Haymarket continúa hasta el día de hoy, y el Día del Trabajador/a se ha convertido en un recordatorio anual de sus derechos de y la importancia de luchar contra la explotación y la injusticia. Este es un hecho que es más que una simple memoria histórica, es un momento para reflexionar sobre los desafíos que enfrentan los trabajadores/as hoy y renovar nuestro compromiso de luchar por la justicia social y la justicia laboral.
En este contexto, es muy importante reconocer el papel esencial de las mujeres trabajadoras en la lucha por sus derechos, porque a lo largo de la historia las mujeres han enfrentado discriminación y desigualdad en el ámbito laboral y han luchado incansablemente por la igualdad de oportunidades y el reconocimiento de su trabajo.
Por lo tanto, este día es importante para que las mujeres trabajadoras hablen y denuncien las numerosas formas de sexismo en el lugar de trabajo. Desde la brecha salarial hasta la falta de representación en puestos de liderazgo, las mujeres enfrentan muchos obstáculos cuando se trata de lograr la igualdad en el lugar de trabajo. En palabras de la activista y académica afroamericana Angela Davis, «La lucha por la igualdad de género en el lugar de trabajo está indisolublemente ligada a la lucha más amplia por la justicia social y económica». Esta idea resalta la conexión entre las luchas de las mujeres trabajadoras y la lucha más amplia por un mundo más justo y equitativo.
Para crear una sociedad más inclusiva y justa, se debe reconocer y valorar la contribución de las mujeres trabajadoras en todos los ámbitos de la sociedad. El Día del Trabajador/a es una oportunidad para celebrar la resistencia y la perseverancia de las mujeres trabajadoras y reafirmar nuestro compromiso de eliminar todas las formas de discriminación y desigualdad en el lugar de trabajo.
Las conquistas y desafíos de la mujer trabajadora
En el contexto latinoamericano, las mujeres trabajadoras han logrado avances significativos en la lucha por los derechos laborales y la igualdad durante décadas, pero todavía enfrentan muchos desafíos y preguntas sin respuesta en su búsqueda de justicia e igualdad en el lugar de trabajo. Nos gustaría resaltar algunos de los logros más importantes alcanzados por las mujeres trabajadoras:
Legislación sobre igualdad, ya que muchos países de la región han adoptado leyes y políticas para promover la igualdad en el lugar de trabajo, incluidas leyes contra la discriminación en el lugar de trabajo, medidas para conciliar la vida laboral y familiar, y políticas de igual remuneración por igual trabajo.
Participación en la fuerza laboral; el número de mujeres en la fuerza laboral en América Latina ha aumentado significativamente en las últimas décadas, y ahora las mujeres desempeñan una variedad de roles en diferentes sectores de la economía, desde la agricultura hasta la tecnología, y son específicas de diferentes grupos en cada sector y cada país.
Representación en sindicatos; las trabajadoras son cada vez más visibles y representadas en los sindicatos y sindicatos de la región, aunque todavía no en la medida esperada. Sin embargo, su implicación en estos ámbitos le ha permitido defender sus derechos laborales y negociar condiciones laborales más justas.
Pero a pesar de estos logros, todavía quedan algunas cuestiones pendientes para lograr la plena igualdad de derechos de las mujeres trabajadoras, tales como:
La brecha salarial entre hombres y mujeres; a pesar de los esfuerzos legislativos y de sensibilización, la brecha salarial de género en la región ha persistido y las mujeres todavía ganan menos que los hombres por el mismo trabajo o por un trabajo del mismo valor.
Acceso a puestos de liderazgo; aunque las mujeres constituyen una gran parte de la fuerza laboral latinoamericana, su acceso a puestos de liderazgo y toma de decisiones sigue siendo limitado debido a barreras estructurales y culturales que les impiden asumir roles de poder y responsabilidad.
Trabajo informal; muchas mujeres en América Latina trabajan en el sector informal o en empleos precarios y mal remunerados que carecen de protección laboral y seguridad social, lo que es uno de los fenómenos que hace que las mujeres trabajadoras sean vulnerables al riesgo de explotación y discriminación. En Panamá, las mujeres trabajadoras tienen una alta taza de participación en este sector.
Hoy, como ayer, sigue siendo de vital importancia seguir trabajando para eliminar el sexismo en el lugar de trabajo y crear lugares de trabajo más justos e inclusivos para todos.
Nicolasa Terreros Barrios